La de Alf Bicknell es la historia de tantos otros personajes modestos que sin quererlo han quedado inmortalizados en la historia de Los Beatles. Desde los 14 años trabajó en los más disparatados oficios (aprendiz de carnicero, payaso de circo) pero a finales de los 50 se hizo conductor para una firma que alquilaba autos de lujo con chofer para diplomáticos y personalidades importantes. En 1963 Brian Epstein lo contrató como chofer personal del cuarteto, labor que ejerció hasta 1966 cuando el grupo anunció el final de las giras. A pesar de lo impersonal que supone este tipo de oficios Los Beatles trataron a Bicknell como un amigo más fungiendo de ocasional guardaespaldas durante sus giras internacionales gracias a lo cual vivió algunos momentos históricos como el primer encuentro entre Bob Dylan y Los Beatles en el hotel Delmonico de Nueva York (1964) o la visita a la casa de Elvis Presley (1965); estuvo en el séquito durante la gira por Japón/Filipinas y recibió su ración de golpes en el célebre incidente del aeropuerto de Manila (1966). Incluso asistió a algunas sesiones de grabación y fue el encargado de simular con una cadena el sonido del ancla en 'Yellow Submarine'. Cuando Los Beatles abandonaron los recitales sus funciones se redujeron a conducir sólo para John y tras la separación volvió a su antiguo empleo de chofer VIP. Tras un accidente casero que le inutilizó parcialmente el brazo derecho en 1980 Alf se dedicó a participar en convenciones de Los Beatles contando sus numerosas anécdotas. En 1989 Bicknell puso en subasta a través de la casa Sotheby's 5 cintas pertenecientes a John Lennon obteniendo 12.000 Libras por sólo dos de ellas adquiridas por un fan Alemán. Desde entonces y hasta su muerte en 2004 Alf Bicknell escribió su autobiografía titulada Baby You Can Drive My Car, siguió participando en convenciones y trató infructuosamente de hacer dinero con un infame DVD llamado Alf Bicknell's Personal Beatles Diary pésimamente producido. El presente The Alf Bicknell Tapes es uno de varios boots que recoge sino todas al menos gran parte de las cintas de Lennon que quedaron en poder de Alf. Según la leyenda John se las dió para que las tirara a l
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